PÁGINAS

sábado, 18 de noviembre de 2017

NOVEDAD El milagro de amar

YA A LLEGA LA NUEVA NOVELA 
DE TRACY JANE WARREN

Una novela ambientada en navidad donde un hombre y una mujer descubren juntos lo que significa el amor, la pasión y los celos.
Te dejo su sinopsis y alguno de sus fragmentos para que la vayas  conociendo.

Serie segundas oportunidades
1º el milagro de amar           
SINOPSIS
¿Crees en el amor a primera vista?
Christian era un empresario solitario y egocéntrico que vivía en un mundo sin amor, hasta que en la noche de acción de gracias un accidente cambió su destino al poner en su camino a la patosa, sexy y vulnerable Mary.
Ambos vivirán una apasionada historia de amor, donde el romance y la obsesión les harán cometer errores que deberán pagar con su corazón. Camina junto a ellos por calles nevadas, veladas de en sueño, y dulces noches de pasión.
Ríe, siente y emociónate en una navidad donde los milagros se pueden hacer realidad.

FRAGMENTOS

Caminábamos despacio sintiendo nuestra cercanía cuando algo mágico nos sorprendió. Al principio no sabía qué había pasado, solo noté que ella se paraba en seco y miraba fijamente al cielo. Yo no podía ver más allá de su rostro y aproveché para contemplarlo cuando unos copos de nieve se posaron sobre sus mejillas y su cara se iluminó.
—¡Esta nevando! —notó ilusionada como una niña.
Escuché su risa, vi su rostro, y sentí que ante mí tenía a la mujer perfecta que tanto había esperado. Con ella todo era mágico y enigmático, como un laberinto sin salida del que no deseaba escapar. Quise que me transmitiera su energía, su entusiasmo por la vida y su capacidad para amar, pues jamás había visto nada igual y anhelaba desesperadamente sentirlo.
Con ella podía empezar de nuevo y ser una persona diferente, al haber encontrado una compañera que me podía hacer olvidar lo que era la soledad. Una compañera que sabía sonreír desde el corazón, ilusionarse por las cosas más sencillas, dándole así un nuevo aliciente al día a día.
Su sonrisa me contagió y le devolví su alegría.
—¡Mira! —Me señaló al cielo—. ¡Está completamente blanco!
Con reticencia aparté mi vista de ella y la elevé al firmamento. Se veía espectacular, pero sentía melancolía al no poder contemplar su rostro y volví a bajar la mirada. Para mi sorpresa la descubrí mirándome. Fijamente contemplándonos, nos quedamos parados mientras algunos copos de nieve empezaron a caer envolviéndonos. Ella alargó su mano enguantada y acarició mi cara siguiendo el rastro de mi mandíbula.
—Tienes nieve en la cara —me dijo con una voz tan suave como su caricia.
Cuando acercó su mano a mi boca se la atrapé en el acto. Le retiré el guante de la muñeca y la saboreé besándola con dulzura. Para mí regocijo, escuché como lanzaba un suspiro. La seguí mirando con fijeza pues no quería perderme ni un solo instante, y noté cómo temblaba no solo por el frío sino por mi toque.
—¿Tienes frío? —ella negó con la cabeza.
—¿Y tú? —me preguntó.
—A tu lado es imposible congelarme —le ofrecí mi sonrisa seductora—. Más bien diría que es imposible no quemarme.
Sus ojos se agrandaron y pude ver que tragaba saliva. Aún sostenía su mano cerca de mis labios, y noté cómo su pulso se iba alterando. De pronto nos vimos rodeados de un sinfín de copos de nieve e instintivamente miramos al cielo para ver la avalancha que empezaba a caer sobre nosotros.
—¡Corre! —le dije y tiré de ella para refugiarnos.
Corrimos por la calle mientras escuchaba su risa tras de mí. Nos metimos en un portal para resguardarnos y para nuestra sorpresa descubrimos que estábamos cubiertos de nieve.
—¡Pareces un muñeco de nieve! —me dijo sin poder parar de reírse.
Solté una carcajada y le contesté:
—Me han llamado muchas cosas pero, muñeco de nieve, nunca.
—Bueno, siempre hay una primera vez para todo —replicó con buen humor.
—Sí —la miré a los ojos y le dije en un suave murmullo—: Siempre hay una primera vez para todo.
Y pensé que nunca había sentido nada igual por otra mujer; tan fuerte, tan impulsivo e irracional, tan perturbador y excitante, tan alejado de lo que era normal en mí, y tan embriagador que no quería despedirme de ella por miedo a no volver a verla.

***

—Mary, quiero estar contigo —le susurré repleto de esperanza.
Seguí pegado a su cuerpo, notando cómo, con cada movimiento, la forma de sus curvas que se marcaban a fuego en mí. No sabía si ella aceptaría mi propuesta, pero por estar a su lado sería capaz de alcanzarle las estrellas.
—No me rechaces esta noche —insistí estando a un paso de la locura.
La abracé con delicadeza acercando su cadera a la mía, y deseando lamer su piel.
Sentí su deseo crecer en sus ojos y en sus duros pechos que se izaban, e imploré que me concediera su permiso para descubrir en cada uno de sus centímetros un nuevo paraíso.
—Yo también te deseo, pero… —silencié su miedo con un dulce beso.
Le mostré en él toda la pasión y el ardor que guardaba en mi cuerpo solo para ella si así lo quería, y la miré mostrándole en mis ojos que no quería dañarla ni aprovecharme de ella, solo darle un pedacito de mi corazón que ya era suyo.
—No me tengas miedo. ¡Tú no, mi ángel!
Y la besé esta vez con toda la ternura que me provocaba, con el deseo que me despertaba y con toda la ilusión que el suspiro de sus labios hizo renacer en mí.
—Esta noche somos tú y yo… —le dije con mi boca pegada a su boca— donde tú quieras… —Con mi mano surqué su espalda—. Como tú quieras… —la volví a besar dulcemente—, solos tú y yo.

***

Entre sus brazos voy quedándome dormida, segura y protegida, siguiendo el ritmo de su respiración pues su pecho descansa pegado tras de mí. Tras amarnos nos hemos refugiado entre las sábanas y él me ha rodeado con sus brazos, ahora siento su aliento sobre mi nuca, con suaves besos en mi pelo y mi cuello mientras me acurruco, como un gatito, lo más cerca posible a él.
Noto que lucha contra su deseo de volver a poseerme pues siente mi cuerpo cansado después de habernos entregado, y prefiere mi descanso a buscar su placer. «¿Es posible amar tan pronto a alguien? ¿Es posible que lo ame? ¡No! Es imposible», y sigo soñando, perdida en sus caricias, cuando oigo que me dice:
—¡Siempre!
Y vuelvo a dudar otra vez y a preguntarme: «¿Es posible que lo ame?». El sueño y el cansancio desaparecen quedando solo los dos, y una noche por delante para demostrarnos que el amor puede surgir entre dos extraños.


PRÓXIMAMENTE

25 de Enero

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